Hoy en día los techos metálicos son cada vez más populares, ya que si se compara con materiales como tejas, concreto y otros resulta que tienen un mayor número de ventajas como su bajo costo y posibilidad de ser reciclado.



De entrada un techo metálico es mucho más ligero, sólo pesa entre 25 a 75 kilogramos por metro cuadrado, mientras que los que se hacen con tejas y otros materiales similares oscilan entre los 350 a 450 kilos por metro cuadrado.



Por otro lado, la instalación de un techo metálico es sumamente rápida ya que puede completarse en dos o tres días (incluso en un día) si se cuenta con la experiencia suficiente para ello.





Hacer un techado metálico implica mayor resistencia a factores como el fuego, nieve, granizo, viento, insectos y hasta el moho.



También son estructuras efectivas para conducir el calor de forma excelente, además de que reflejan los rayos del sol. El metal también reduce al mínimo el calor propio del mediodía.



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